Creo que empiezo a volverme loca.

Te deslizas como si fueras de hielo y al contacto con mis dedos te desvanecieras.

Hola, te quiero. Hola, te echo de menos. Adiós, me voy a soñar contigo.
.

.

Me encantaría poder decirte cada noche que te quiero, que te necesito, que eres mi respiración, que eres el aire fresco que necesito cada mañana. La razón por la que me voy a dormir, la razón por la que me despierto cada mañana con una sonrisa.
La necesidad de querer oírte cada tarde es enorme, pero la necesidad de oírte cada noche, a mi lado, tumbadas, abrazadas, es más que fuerte y enorme y gigante.

Te quiero.

Chest to chest.
                                       Nose to nose.
           Palm to palm.
                                                         We were always just that close.

Quiero hablar seriamente con tus labios.

- ¿Qué se te pasa por la cabeza?
- ¿Que qué se me pasa por la cabeza? ¿De veras quieres saberlo?
- Sí.
Que te quiero, que me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos, de decirte que ya no puedo seguir si no es contigo. Que me pierdo entre mis dedos y te recuerdo sin esfuerzo. Que el aire se contamina cada vez que no respiro tu aliento. Cada vez que mis labios rozan otros me muero, cada vez más por dentro... Que te quiero, porque me haces olvidarme de todo lo que hay en mi alrededor...
- No, no sé, nada.

-        Me disfrazo de ti.
    Te disfrazas de mí.
                               Me morí de ganas de decirte que te iba a echar de menos.

            Te quiero.