Se hace eterno no poder mirarte, casi tanto como no tenerte cerca.
Es inevitable no acordarme de tu mirada profunda, de tus ojos marrones.
Lo que más me gustaba era mirarte y volar. Mirarte y sentir escalofríos.
Mirarte y que me sonrieras..., mirarte en sí.
Se hace larga la espera, y solo dos días los que han pasado, y ya estoy pensando
en dejar la cordura para que, sin querer, la locura venga a mí.
Loca por tus ojos, esos que expresan la frase "necesito comerte a besos".
Esos que me miran y dicen "te quiero".
Simplemente;
mirarte.